Historia de la casa
rural Kanala Hemingway kanala house.
La ubicación privilegiada de kanala en plena reserva del urdaibai, siempre ha atraído al hombre por su encanto y también por sus tierras fértiles.
La ubicación privilegiada de kanala en plena reserva del urdaibai, siempre ha atraído al hombre por su encanto y también por sus tierras fértiles.
En nuestra familia, mis padres y mi hermano pequeño hemos vivido gracias a la explotación de vacas lecheras durante una parte importante de nuestra niñez y guardo unos recuerdos muy especiales, el contacto con los animales y una naturaleza desbordante de vida con el cric cric de los grillos en las largas tardes de verano.
Durante largos años, mi padre y sus socios trabajaron creando los canales en la marisma del barrio de Isla añadiendo compuertas que dio como fruto la aparición de 40 hectáreas de tierra fértil donde pastaba el ganado y también se cortaba la hierba fresca rica en sal para después ensilarla en el caserío Astei.
Los fines de semana de verano era habitual en nuestra familia, hacer picnic sobre la fresca hierva y sentir la fragancia de las flores zarandeada por la fina brisa del mar.
Estos primeros años de mi vida pasaron rápido y tuvimos que dejar a un lado la actividad lechera para embarcarnos en nuevos retos relacionados con la naturaleza, pero más ligados al sector de la construcción con materiales tan nobles como la madera.
En este estuario llamado ría del Urdaibai sopla con consistencia la brisa marina de verano y en otoño aun con más fuerza donde los vientos dominantes pasan a ser los sures o el sur oeste. (llamados Erreka haize por los locales)
Un día, en la playa de Kanala probé navegar con una cometa quedando prendado de este nuevo deporte en un marco inmejorable como es el Urdaibai, agua transparente y poco profunda.
Conocer, a Jaime Arríen Bidasolo, un hombre tan amable, gracioso y con mucho mundo por haber trabajado en los cruceros de todo el globo.
Nos ofreció, la oportunidad de comprar el caserío Garunaga atzekoa “Txune” donde vimos la oportunidad de seguir ampliando nuestra oferta turística de las casas de Ea-Astei.
Este nuevo reto, ha tratado de reformar el viejo caserío de Kanala, en una casa rural exclusiva sin desvirtuar su propia esencia. Para ello, se utilizaron principalmente materiales 100% naturales como la madera local de pino radiata y alerce y se aprovechado al máximo los materiales de recuperación. Convirtiendo en un ejemplo de re interpretación del caserío vasco adaptado a las nuevas necesidades actuales y reduciendo al máximo el consumo energético del edificio.
Conoce que une a Ernest Hemingway con nuestras tierras y como se formó su pasión por las mismas.
Kanala, es uno de los lugares más bonitos del Urdaibai, por sus extraordinarias vistas sobre la ría de Mundaka y arropado por maravillosas montañas lo hacen tan especial.
El antiguo párroco de Kanala, Andrés Untzain y originario del cercano pueblo pesquero de Mundaka. Paso, varios años de su vida en este pintoresco municipio hasta que por culpa de la guerra civil emigro a cuba donde conoció a Hemingway.
En poco tiempo, se creó una sincera amistad y se forjaron verdaderos vínculos donde Andres Untzain se convirtió en su guía espiritual.
Los miércoles, se reunían en la casa de Ernest conocida como finca Vigía, los vascos pelotaris, Untzain para disfrutar de los placeres de la vida y darse cuenta de lo que más tarde el mismo Hemingway denomino. “el Basque Country y sus amigos vascos.
¡Bastante más que San Fermín y toros!”. De hecho, celebro su 40 cumpleaños arropado por los hermanos Ibarluzea, Patxi y Julián, y Félix Areitio, apodado Ermua.
Los viajes al Basque Country se convirtieron en habituales donde no dudaba en visitar a sus amigos amantes de los caprichos de la vida, pero poco tiempo antes de morir, en 1959, Ernest Hemingway visitó también Urdaibai para conocer más de cerca el hogar de sus amigos vascos:
En especial la iglesia de Kanala donde Untzain fue párroco, el lugar de nacimiento de Juan Duñabeitia alias Simbad el pirata y cómo no, la tumba de su personal guía espiritual Untzain en Mundaka.
Su muerte termino de desequilibrar al polifacético escritor estadounidense y poco después trajo su prematura desaparición.